Canillo, Andorra
Un paraíso en las alturas entre naturaleza, cultura y aventura
Situada al noreste de Andorra, la parroquia de Canillo es una puerta abierta a los Pirineos más auténticos. Conocida por sus pistas de esquí, iglesias románicas y paisajes de postal, Canillo es ideal tanto para familias como para aventureros que desean vivir la montaña en su estado más puro.
Una naturaleza espectacular
Canillo destaca por su entorno natural privilegiado. El Valle de Incles, con sus prados verdes y pasarelas de madera, es perfecto para excursiones en verano. En invierno, Grandvalira —una de las mayores estaciones de esquí del sur de Europa— cubre las montañas de nieve y atrae esquiadores de todo el mundo.
Patrimonio románico y tradición
La iglesia de Sant Joan de Caselles, con más de mil años de historia, es uno de los mejores ejemplos de arte románico de Andorra. En el resto de la parroquia encontrarás bordas, capillas y rincones que conservan el carácter tradicional de los pueblos de montaña.
Experiencias únicas
Una de las grandes atracciones de Canillo es el Mirador del Roc del Quer, una pasarela suspendida sobre el vacío que ofrece vistas espectaculares del valle. ¡No apta para personas con vértigo, pero perfecta para fotos impresionantes!
También encontrarás el Palacio de Hielo, con pista de patinaje y piscina, y actividades para pequeños y mayores durante todo el año.
Gastronomía y relax
Después de una jornada de aventura, nada mejor que sentarse en una borda tradicional y probar platos típicos como la escudella o la carne a la brasa. Los restaurantes de Canillo combinan producto local con calidez pirenaica.
Conclusión
Canillo es mucho más que nieve: es paisaje, cultura, emoción y calma. Ven a descubrir esta parroquia andorrana donde la naturaleza y la tradición se abrazan en cada rincón.